Hay un vínculo real entre lo que ocurre en nuestra mente y nuestros pensamientos, y lo que se refleja en nuestro cuerpo físico.Aquí vamos a ver qué emociones, sentimientos o pensamientos causan dolor en los pies, incluidas todas las molestias, patologías o traumatismos que sufrimos en esta parte de nuestro cuerpo.
Para entender e interpretar correctamente las dolencias en los pies, es importante conocer primero el significado que tienen las tensiones que afectan al esqueleto y las piernas, y finalmente el dolor en los pies.
El esqueleto. El esqueleto es la estructura mecánica que representa nuestras creencias en la vida (estructura interior). La mayoría de ellas no son a nivel consciente sino, que representan nuestras convicciones más profundas acerca de la vida cotidiana. Aquellas opiniones personales en las que basamos nuestras decisiones de cada día. Los huesos es la parte más interna de nosotros, es aquello sobre lo que se sostiene todo nuestro cuerpo, y figuradamente, representan el razonamiento donde se asentarían todos nuestros ideales; es en lo que se apoya nuestra relación con la vida. Cuando nos sentimos profundamente perturbados o angustiados por nuestras creencias básicas y profundas en relación con la vida, por lo que creemos que la vida es o debería ser, nuestra estructura ósea lo expresa con un sufrimiento o una queja.
El esqueleto. El esqueleto es la estructura mecánica que representa nuestras creencias en la vida (estructura interior). La mayoría de ellas no son a nivel consciente sino, que representan nuestras convicciones más profundas acerca de la vida cotidiana. Aquellas opiniones personales en las que basamos nuestras decisiones de cada día. Los huesos es la parte más interna de nosotros, es aquello sobre lo que se sostiene todo nuestro cuerpo, y figuradamente, representan el razonamiento donde se asentarían todos nuestros ideales; es en lo que se apoya nuestra relación con la vida. Cuando nos sentimos profundamente perturbados o angustiados por nuestras creencias básicas y profundas en relación con la vida, por lo que creemos que la vida es o debería ser, nuestra estructura ósea lo expresa con un sufrimiento o una queja.
Las piernas
Las piernas se componen de 2 partes (muslo y pierna) y acaba en una pieza maestra: Los Pies. Todo conectado entre sí por 3 articulaciones (cadera, rodilla y tobillo).
Las piernas son las que nos permiten desplazarnos, movernos de un lugar a otro, avanzar o retroceder en la vida y también ir hacia los demás. Cuando tenemos molestias en cualquier parte de las piernas, suele significar que tenemos dificultad para “movernos” en la relación con el mundo o con alguien más. Todo lo que tiene que ver con las piernas está vinculado al movimiento, concretamente al “movimiento relacional”.
Los pies
Son nuestro punto de apoyo y la parte que nos permite dar pasos hacia delante, pero también la que podría bloquear nuestros movimientos.
El pie representa nuestra posición frente al mundo, y cuando sentimos dolor en los pies éste “nos impide avanzar”.
Probablemente cuando estamos indecisos o confusos frente a una situación, se crea desconcierto en nuestra posición personal reconocida o frente al papel “oficial” que solemos representar en nuestra vida.
Los pies representan nuestros criterios de vida, y el dolor en los pies podría indicar que sentimos desconcierto o desasosiego frente a esa situación determinada.
Dependiendo dónde sintamos la tensión, cada uno de los dedos, podría concretarnos aún más el significado del dolor de los pies y darnos una idea más precisa y tal vez ayudarnos a desvelar qué está ocurriendo en nuestra vida.
ESGUINCES: SIGNIFICADO EMOCIONAL
Simbolizan nuestra estabilidad, movilidad y flexibilidad con respecto a nuestras creencias, a nuestra capacidad de decidir y de cambiar de dirección en la vida.
Los esguinces o torceduras, los traumatismos en los tobillos nos ocurren en momentos de desequilibrio emocional, cuando nos sentimos obligados a tomar una dirección en contra de nuestra voluntad o cuando la posición que ocupamos en relación a los demás, no nos conviene o no nos sentimos a gusto, pero nos falta valor para oponernos al criterio de los otros.
Desvalorización en la dirección que tomo o que no tomo. “Hay una dirección que me imponen, y una dirección que yo quiero tomar”. El esguince nos proporciona la justificación necesaria para detenernos.
Los problemas en los tobillos también pueden indicar que tenemos dificultades para cambiar o para tomar una decisión en nuestra vida: Conflicto de indecisión, “No estoy tomando el buen camino”, “No voy por buen camino”, “No estoy seguro de sobre qué pie debo apoyarme”. “Ser cogido a contrapié”.
Si está afectado el ligamento lateral externo puede indicar un conflicto relacionado con la vesícula biliar, puede expresar problemas de rencor, injusticias, cólera no expresada, etc. O bien puede tratarse de un conflicto relacionado con el territorio.
Si afecta al ligamento lateral interno puede deberse a un conflicto de preocupación por algún hijo.
Si la tensión se produce en el tobillo izquierdo estará relacionada con lo masculino, el padre, el hijo, el jefe, el trabajo, etc., mientras que si se trata del tobillo derecho tendrá relación con lo femenino, la madre, la hija, la jefa, la empresa, la autoridad, etc.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Desarrollar el valor para defender nuestro propio criterio. Esta aptitud nos procurará la flexibilidad necesaria para poder ver también el punto de vista de los otros. Antes de prejuzgar y creer que nos imponen algo contrario a lo que deseamos, sería más apropiado que averiguáramos los motivos que mueven a los demás.
Aprender a confiar en la vida y en nosotros mismos.
Aceptar la inseguridad y comprender que es un sentimiento que también necesitamos integrar.
Aprender a disfrutar en la vida.
Simbolizan nuestra estabilidad, movilidad y flexibilidad con respecto a nuestras creencias, a nuestra capacidad de decidir y de cambiar de dirección en la vida.
Los esguinces o torceduras, los traumatismos en los tobillos nos ocurren en momentos de desequilibrio emocional, cuando nos sentimos obligados a tomar una dirección en contra de nuestra voluntad o cuando la posición que ocupamos en relación a los demás, no nos conviene o no nos sentimos a gusto, pero nos falta valor para oponernos al criterio de los otros.
Desvalorización en la dirección que tomo o que no tomo. “Hay una dirección que me imponen, y una dirección que yo quiero tomar”. El esguince nos proporciona la justificación necesaria para detenernos.
Los problemas en los tobillos también pueden indicar que tenemos dificultades para cambiar o para tomar una decisión en nuestra vida: Conflicto de indecisión, “No estoy tomando el buen camino”, “No voy por buen camino”, “No estoy seguro de sobre qué pie debo apoyarme”. “Ser cogido a contrapié”.
Si está afectado el ligamento lateral externo puede indicar un conflicto relacionado con la vesícula biliar, puede expresar problemas de rencor, injusticias, cólera no expresada, etc. O bien puede tratarse de un conflicto relacionado con el territorio.
Si afecta al ligamento lateral interno puede deberse a un conflicto de preocupación por algún hijo.
Si la tensión se produce en el tobillo izquierdo estará relacionada con lo masculino, el padre, el hijo, el jefe, el trabajo, etc., mientras que si se trata del tobillo derecho tendrá relación con lo femenino, la madre, la hija, la jefa, la empresa, la autoridad, etc.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Desarrollar el valor para defender nuestro propio criterio. Esta aptitud nos procurará la flexibilidad necesaria para poder ver también el punto de vista de los otros. Antes de prejuzgar y creer que nos imponen algo contrario a lo que deseamos, sería más apropiado que averiguáramos los motivos que mueven a los demás.
Aprender a confiar en la vida y en nosotros mismos.
Aceptar la inseguridad y comprender que es un sentimiento que también necesitamos integrar.
Aprender a disfrutar en la vida.
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